1/3/10

#139.- Me gustan: Los desintegrados


La Nave es estos días cumplió su 11avo aniversario orbitando sobre el planeta tierra. Año con año los desintegrados nos hemos venido sumando a este escaparate de la cotidianeidad que nos rodea. Lanzando gritos al cielo hemos encontrado una respuesta. Somos unos solitarios unidos. Tan odiosamente amados. Humildemente ricos. Ignorados por miles, apreciados por pocos. Resistiendo día con día el colapso del mundo, nuestros mundos

¿Cómo integrarse entre tanta desintegración? ¿Cómo vivir entre una gran familia de desconocidos? ¿Qué es ser un desintegrado?

A continuación dejo una joya literaria escrita por “El Pirata” tratando de explicar muy a su modo lo que significa ser un desintegrado

Esto es en caso de que el mundo se desintegre. Y a veces miras alrededor y te preguntas que haces aquí. Y a veces dudas absolutamente de todo. Y a veces estas buscando desesperadamente señales de certezas. No somos diferentes y somos tan distintos como el camino de nuestras vidas.

Abriste los brazos mil veces con las manos ensangrentadas de tanto abrazar espinas. Soñaste mil veces y te aterraste ante algunos sueños cumplidos. Tuviste miedo y tragaste saliva, tuviste valor y no te explicas de dónde lo sacaste.

No somos diferentes, un día supiste que la libertad es algo que está siempre en riesgo y abrazarla es algo que duele, que hiere y que desgarra, pero eso nadie te lo había dicho.

No somos diferentes; un día entendiste que siempre vas a ser el verdugo y el condenado al mismo tiempo, un día entendiste que lo que creías para siempre no dura un pestañeo y lo que creías efímero se puede clavar eternamente en tu ser como un tatuaje invisible que ni tú mismo a veces reconoces.

Tratas de hacer las cosas bien y salen mal, no somos diferentes... crees que todo el mundo está equivocado y a veces te cansas de los golpes y crees que el equivocado eres tú. No somos diferentes.

Hubo noches que se te hicieron demasiado largas y días que se te hicieron demasiado intrascendentes para merecer convertirse en un recuerdo.

No somos diferentes cuando odias lo que refleja el espejo y maldices tu suerte, cuando caminas soñando los sueños de otros, cuando caes en el hoyo que parece jurarte que es para siempre.

Tienes las uñas llenas de tierra aunque los guantes te cubran, tienes los ojos llenos de lágrimas y solo tu lengua sabe que tan saladas se sienten esas lágrimas cuando mojan tus mejillas.

Como un mojado recordando su idioma en un rincón del callejón, como un niño asustado en medio de esta guerra, como un inmigrante esclavizado que aguanta látigo viendo una foto arrugada de lo que dejo atrás, como un adolescente marero cuyo primer juguete fue una semiautomática, como un olvidado en un hospital, como un indocumentado en un puerto frío asustado como un perro apaleado.

No somos diferentes. Buscas una sonrisa desesperadamente, sabes que existen los abrazos, te engañas imaginando que todos están donde quieren estar menos tú.

No somos diferentes y ves como el sistema arma un chingo de atajos, extrañas fórmulas y complicados laberintos para llegar al punto de donde partiste.

No entendiste el dolor hasta que viste la cicatriz, no entendiste lo importante hasta que te faltó, no entendiste la alegría hasta el día en que (al menos por unos segundos) no pudiste explicar por qué todo te parecía bonito, no entendiste la angustia hasta la noche que no pudiste dormir, no entendiste lo estúpido y lo genial hasta que tomaste alguna decisión.

No somos diferentes, tenemos miedo y lo aturdimos para que nos deje vivir, tenemos fuerza y nos sentimos nuestra propia amenaza, somos absolutamente vulnerables porque necesitamos reflejarnos en otros para no sentirnos átomos estallando en el universo.

Desintegrados buscamos solamente eso, que no nos asesine la indiferencia, que no nos adormezca el paso del tiempo convenciéndonos erróneamente que somos los equivocados siempre. Desintegrados buscamos solamente eso que nos rescate, algo tan simple que se compra ni se vende.

En caso de que el mundo se desintegre lo único que va a tener sentido es todo aquello que no haces de manera automática, algo que es difícil de explicar, algo que es imposible describir, algo como una historia que cuenta mucho más por lo que no se ve y no dice que por lo que muestra.

La vida es aquello en lo que piensas mientras vives; no somos diferentes. Somos ciegos espiando, somos corredores amputados, somos mancos conduciendo, somos sordos componiendo sinfonías y mudos presentándonos ante el mundo.

En caso de que el mundo se desintegre vas a caminar sobre brazas, vas a ir camino hacia ningún lugar, vas a tratar de salvar lo que no pensabas necesitaría ser salvado y vas a pelear por defender lo que no pensabas que valía la pena ser defendido.

Integrados entre tanta desintegración nuestras vidas no son idénticas, nuestras historias son muy diferentes, nuestros caminos son variados; algunos tenemos vidas chingonas con minutos de desesperación, otros tenemos vidas desesperadas con minutos chingones, pero cuando se quiebra el horizonte y todo se congela por unos segundos sabemos que no somos diferentes.

Abrazados por el abrazo que nos funde para no sentirnos tan solos en este campo de batalla de soledades: somos los sobrevivientes de nosotros mismos... en caso de que el mundo se desintegre.

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