En este mundo donde somos tratados como ratas de laboratorio: comemos carne (y reímos) y cuando escasea buscamos frijoles (reímos). Nos adaptamos al clima, a la gente, a la patria, a la talla de los pantalones viejos……..
Lo bueno es que ahora se están creando aparatos diseñados para cuidar los pulgares y las almohadillas de estas ratitas experimentales. ¿Justo? No lo sé. Pero ya era hora
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