2/2/10

#112.- Me gusta: El agradecimiento

He tenido muchos días ocupados, de hecho luego quiero hacer tantas cosas que termino fallando en algunas o de plano (no falta el pelo en el arroz) algo me sale mal. Aunque hoy curiosamente fue uno de esos días salmón. Si. Estos días que son como cita al doctor, llegas varias horas antes a tu cita, te sientas en un sillón acojinado y debes esperar junto a personas marthosas que se la pasan leyendo revistas viejas y aburridas y platicando las mismas cosas. Buuuu. La verdad prefiero quitar el cochambre de las ollas que seguir ahí un minuto más ahí. Así que opte por la fácil. Me confundí con el paisaje y me fui a un sanborns. Después de hacer tiempo (leyendo revistas nuevas) jajaja. Si que tiene, lo hago. Decidí que ya era tiempo de regresar. Y ahí fue donde ocurrió lo que me hizo el día. Algo maravilloso. Empuje la puerta y salí. Justo cuando estaba dando el primer paso para retirarme vi que la puerta se regresaba ante la mirada asustada de una pareja que salía detrás de mí. Se respiraba olor a sobresalto. El tiempo se congelo. Cero pensar, puros reflejos. La agarre. Logre salvar a aquellos desafortunados de un portazo seguro. Fiuuuuu. Jale la puerta y espere pacientemente que se retiraran. Ella (una niña de no más de 24 años) me volteo a ver dibujando en su rostro una linda sonrisa y me dijo de la forma más tiernamente posible “GRACIAS”. (A su acompañante le valió [es mas creo que ni se percato el animalito]) Pero aquella niña, dijo de una manera tan dulce y afable aquellas palabras que este pequeño héroe urbano se siente más que recompensado. El día estaba hecho. Fui a mi cita Felipe y con tenis

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